Se asume una relación inversa entre cantidad y calidad. Muchos piensan que si quieren crear trabajo de mejor calidad tendrán que hacer menos.
Siguiendo esta lógica, las personas reconocidas por haber creado grandes obras maestras o grandes descubrimientos (mucha calidad) deben haber producido poca cantidad, ¿verdad?
Todo lo contrario:
- Edison registró más de 1.000 patentes. La inmensa mayoría son ideas absurdas que no llevaron a nada.
- Einstein publicó 248 papers, la mayoría de mínimo impacto y relevancia.
- Shakespeare produjo más de 37 actos y 150 sonetos. La mayoría desconocidos y de mediocre calidad.
- Picasso creó más de 1.800 cuadros y 1.200 esculturas. Sólo unos pocos se consideran obras de arte.
- Mozart y Beethoven compusieron más de 600 obras cada uno. Sólo unas pocas han alcanzado fama y reconocimiento.
Podríamos pensar que el trabajo mediocre inicial es parte del camino del artesano, el precio que hay que pagar para llegar a hacer trabajo de calidad. Y en parte es cierto, la cantidad es precursora de la calidad. Muchas personas juzgan sus habilidades antes de dedicar un mínimo tiempo a desarrollarlas.
Pero cuando analizamos el trabajo de los grandes, encontramos otro dato interesante: la cantidad no sólo es requisito previo a la calidad, sino que ocurren a la vez. Un estudio de más de 15.000 obras de múltiples compositores encuentra que los períodos donde se produjeron sus mejores composiciones coinciden con los de mayor productividad. Dicho de otra manera, cuando producían más trabajo mediocre generaban también más trabajo de calidad.
Picasso pintó el Guernica a la vez que producía muchas otras obras. En los mismos 5 años donde Shakespeare escribió sus obras más reconocidas (Macbeth, Hamlet y Otelo) produjo también las que algunos críticos consideran sus peores trabajos. En los mismos 5 años que Edison patentó la bombilla eléctrica, el fonógrafo y el teléfono, registró también otras cien patentes que fracasaron estrepitosamente.
En resumen, la cantidad es el camino más directo a la calidad. La relación no es inversa, sino directa.
Cuanto más trabajo mediocre hagas más probabilidad de crear una gran joya Click Para Twittear
Las personas con éxito no tienen necesariamente mejores ideas que el resto, simplemente tienen más ideas. Y cuantas más ideas más probabilidad de triunfar.
El azar
Es imposible predecir qué ideas tendrán éxito y cuáles no. Empresas como Google son conscientes de este dilema, y su solución es sencilla: haz varias versiones de todo. La evolución de sus productos es un test A/B constante. No intentan adivinar qué idea es mejor, prueban todas las posibles.
Libros como Fooled by Randomness nos recuerdan el papel del azar en los negocios y en la vida. Que una idea (o negocio) tenga éxito depende no solo de su calidad, también del azar, o de otros muchos factores que no podemos controlar.
Las personas que invierten en start-ups son conscientes de esta aleatoriedad. Es imposible predecir qué compañías funcionarán y cuáles no. Invierten pequeñas cantidades en muchas empresas en vez de jugarlo todo a una carta. Saben que deben besar muchas ranas para encontrar un príncipe.
En el caso de Fitness Revolucionario, artículos muy trabajados que pensé que serían exitosos pasaron sin pena ni gloria. Otros que escribí rápido para cumplir el compromiso semanal se convirtieron en grandes hits con cientos de miles de visitas en pocos días. Impredecible.
Libros como "Contagious: Why Things Catch On" intentan explicar por qué algunas ideas (o contenidos) enganchan y generan viralidad (contagio) y otras no. La conclusión final es que es imposible predecirlo. Hay elementos que ayudan, pero el azar juega un papel mucho más importante del que creemos.
La solución, por tanto, es seguir los pasos de los mejores: si quieres tener buenas ideas, genera muchas ideas.
Cómo tener más ideas
Somos vagos por naturaleza. Aceptamos por defecto las primeras ideas que se nos ocurren. En cuanto tenemos una idea que parece sensata, la perseguimos, sin explorar alternativas.
Esto es un problema. Nuestras primeras ideas suelen ser las más convencionales, las que se le ocurren a todo el mundo. Sólo cuando nos forzamos a tener más ideas, más opciones, empiezan a aparecer ideas originales. Por supuesto también aparecen las ideas más absurdas pero, como vimos, ambas van de la mano.
El gran secreto: tener buenas ideas no depende tanto de la inspiración como de la disciplina.
El libro "Become an idea machine" propone crear un nuevo hábito: pensar 10 nuevas ideas cada día. Yo lo he probado durante un tiempo y funciona. Es incómodo y difícil. A veces te da la sensación de perder el tiempo. Te atascas en la idea número 7 y te parece imposible llegar a 10. La mayoría de ideas no tienen sentido. Pero de vez en cuando surge una interesante, quizá una brillante.
Incluso si el 99% de las ideas que generas son absurdas e inútiles, cada 10 días tendrás una idea buena o, al menos, una idea útil, que no hubieras tenido si simplemente esperas a que te llegue la iluminación divina.
La creatividad no es inspiración, es una habilidad, que puedes desarrollar con dedicación. Una vez que tienes varias ideas prometedoras, valídalas lo antes posible. Compártelas con el mundo y analiza el resultado. Persigue aquellas en la intersección entre tu propósito y lo que el mundo quiere.
Sexo entre ideas
Una forma de crear una marca propia es uniendo ideas de diferentes campos. Cuantas más ideas tengas, más posibles conexiones aparecerán entre ellas.
Igual que la humanidad evolucionó a través de múltiples cruces y mutaciones, también las ideas se cruzan y mutan para generar sinergias, con resultados superiores a cualquier idea por separado.
Scott Adams (creador de Dilbert y de este interesante libro) dice que para tener éxito hay dos alternativas:
- Ser el mejor en algo (aquí está la guía para conseguirlo).
- Ser muy bueno en varias cosas. Scott Adams dice que él no es el mejor dibujante ni el mejor humorista, pero la combinación le funcionó muy bien. Por otro lado, su libro va sobre cómo fracasar en casi todo y aun así tener éxito. Su receta: crea mucho volumen de trabajo y producirás pequeñas joyas. Es suficiente acertar una vez.
En general, ser el mejor en algo (digamos estar en el 1% superior) es mucho más difícil que ser muy bueno en dos cosas (digamos estar en el 5% superior).
Y lo mismo aplica en el mundo de las ideas. Tener una idea brillante es muy difícil, pero puedes lograr el mismo resultado combinando dos ideas buenas. Y todo el mundo puede tener ideas buenas cuando se obliga a desarrollar el "músculo" de las ideas.
Empieza hoy a escribir 10 ideas cada día, a generar mucho trabajo alrededor de las más prometedores, a combinar varias... Producirás una gran cantidad de trabajo mediocre pero, de vez en cuando, saldrá una pequeña obra de arte. Y unas pocas obras de arte pueden definir toda una vida.
En resumen, la vía más directa a la calidad es a través de la cantidad. Si no estás dispuesto a generar mucho volumen de trabajo, probablemente no lograrás mucha calidad con tu trabajo.
La creatividad no es un don, es una decisión.
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21 Comentarios
I like it! Con ejemplos como el de FR me inspiro.
Me he dado cuenta que haciendo un boceto rápido de una idea (<10min) puedo continuar sobre la marcha dando unos ajustes, y trabajando en eso a veces me llega una idea de cómo lo quería. Otras veces, trabajando en algo "x" encuentro la solución de otra cosa. Como una serendipia o un "eureka".
Gracias Marcos
Sin duda, así funciona nuestro cerebro 🙂
Muy interesante Marcos, yo soy justamente de los que piensa que hay una relación inversa entre cantidad y calidad. Ahora ya me lo empiezo a cuestionar.
Tengo curiosidad, ¿Que artículos de Fitness Revolucionario son los que tu piensas que pasaron «sin pena ni gloria»?
Gracias Dani, evidentemente depende del ámbito. Si tienes 50.000 euros para comprar coche tendrás más calidad comprando uno de 50.000 que 5 de 10.000. Pero si hablamos de ideas, trabajo (que requiera refinar habilidades) etc, la cantidad y la calidad van de la mano. Hay muy pocos casos de trabajos de calidad hechos por gente que haya producido poca cantidad.
En FR, de los recientes te diría el de HRV (Heart Rate Variability), me parece algo novedoso y muy práctico pero hubo poco interés. Y otros artículos más sencillos como La mafia del azúcar, o uno sobre los huevos, que pensaba que eran cosas evidentes se hicieron virales
Buen artículo si señor-
Pues yo me compré el Polar H7 a raíz de ese artículo y me hago el test casi a diario. Realmente me resultó muy interesante.
De todas formas, este artículo me ha dado mucho en qué pensar. Parece evidente. Muchas gracias Marcos.
Hola Marcos, muy inspirador y revelador el artículo! Hace tiempo leí un libro que va en esa dirección. Seguramente el autor no inventó nada porque explica lo mismo que narras en el artículo. Pero me gustó: http://www.amazon.com/%C3%81gilmente-Aprend%C3%A9-funciona-potenciar-creatividad-ebook/dp/B009A81O9E A lo mejor te es útil.
Saludos.
Me lo apunto para lectura, gracias!
Muy bueno Marco,
En Quora sigo a James Altucher. Predica lo mismo que comentas. Hay mucha razón aquí y pocas personas lo saben.
Hablas en una respuesta sobre el artículo de «el huevo». Yo mismo me volví loco mandándolo a todos mis amigos y familiares, además de explicárselo a todo aquel que me decía «como sólo dos huevos a la semana».
Saludos!!!!
Gracias Karim, James Altucher es un personaje, un poco excéntrico, pero tiene algunas buenas ideas 🙂
Impresionante Marcos! Gracias por otro soberbio artículo, sucede que cada vez que me pongo a sospechar, intuir (pensar vagamente, sentir) sobre ciertos temas… sacas un nuevo artículo que apuntan y afianzan ésos pequeños destellos de ideas espasmódicas que van surgiendo… Realmente eres un crack, una bestia de lo óptimo. GRACIAS! 🙂
Gracias Claudio 😉
Cuando empecé a leer pensé que esta vez se te había ido la pinza :), parece tan obvio que son opuestos… y después resulta que me convences. Me encanta el concepto, forzarnos a tener muchas ideas, combinarlas, generar mucho trabajo alrededor de ellas, descartar las malas…. muy bueno y motivador!!
Muy bueno Marcos, hace tiempo que mi opinión sigue el mismo sentido de este articulo.
Hace un tiempo leí una fabula que tiene mucho que ver con el articulo:
«Hace tiempo un maestro de ánforas tenía a su cargo 20 aprendices, pero necesitaba saber la mejor manera de que sus discípulos se convirtieran en maestros o al menos en buenos artesanos.
Con esta inquietud dividió la clase y a 10 de sus discípulos les encomendó hacer la mejor ánfora que pudieran. Mientras que a los otros 10 discípulos les encomendó que hicieran el mayor número de ánforas.
El maestro al cabo de un tiempo fue a contemplar quien de los dos grupos había hecho la mejor ánfora.»
Como pasa en la realidad, por lo que he leído en los comentarios, el maestro pensaba que aquel grupo que se había esforzado en hacer la mejor ánfora, sería el que hubiera hecho la mejor.
Pero se equivocó, el grupo que se había esforzado en hacer el mayor número de ánforas fue quien hizo la mejor ánfora.
Gracias a la practica constante y a lo que se ha podido leer en este articulo, los que hicieron mayor número de ánforas también hicieron las mejores.
Un saludo
Exacto, pero no es sólo una fábula, creo que el estudio se replicó en estudiantes de alfarería con el mismo resultado. Los que eran puntuados por el número de vasijas crearon no sólo más vasijas, sino la de más calidad, que los que iban a ser evaluados sólo por la calidad de su mejor vasija.
Hola Marcos. Hoy en la oficina he propuesto la idea con 2 compañeros y en media hora teníamos 30 ideas que hemos comentado después. Jaja habrán pensado.. ¿que le pasa a este? Mañana repetimos porque se nota que el ejercicio te fuerza a pensar. Gracias por la inspiración!
Excelente, esa es la idea, forzarse a pensar, a establecer la generación de ideas como un hábito
Lo que te digo… a día de hoy (26.ABR) tengo 100 ideas nuevas generadas por 3 personas en un par de días 🙂 Ya me dirás cuando he tenido 100 ideas nuevas en mi poder y… con algunas cosas interesantes!
Nada mal, mucho mejor que esperar la inspiración, no? 🙂
Muy bueno,gracias
Otro enfoque es un desarrollo de la idea orbital. Una vez me dijo un profesor que un software no se desarrolla de la A a la Z, sino más bien como una tabla periódica (vas construyendo sabiendo que faltan piezas, pero que ya llegarán).
Un posible paralelismo pueden ser en los centros comerciales cuando antes solo había tiendas diferentes, luego llegaron los restaurantes, y luego los cines, zonas infantiles, etc…