Cuando tu proyecto empieza a sobresalir aparecen unas extrañas fuerzas que debes resistir. Son las fuerzas de la mediocridad y la conformidad.
No uso mediocridad en sentido peyorativo, sino literal: "mediocre: 1. adj. De calidad media". Por conformidad me refiero a la presión social por encajar, por parecerse a los demás.
Estas fuerzas son invisibles y abstractas. Nadie te dice directamente "sé mediocre" o "sé como los demás", pero te dejan entrever que tu opinión se sale de la norma, que cierto comentario puede resultar ofensivo a algún colectivo, o que no deberías tocar temas más allá de lo que ellos estiman oportuno. Otros consideran que tus artículos son muy avanzados y que dejas fuera a gran parte de la población.
Muchos creadores ceden inconscientemente a la presión. Diluyen su mensaje, maquillan sus comentarios y esconden su personalidad. Hacen contenido más superficial para llegar a una audiencia más general.
¿Y qué suele ocurrir a los que se dejan influenciar por las fuerzas de la mediocridad y la conformidad? Que son ignorados. Dejan de ser relevantes. Pasan a ser uno más del montón.
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